«El retorno del padre». Frederick Morgan (1847-1927). |
SOLO UN PADRE
Edgar A. Guest
(1881–1959)
Solo un padre con rostro cansado,
Volviendo a casa tras la jornada diaria,
Trayendo poco oro o fama
Para mostrar lo bien que lo ha hecho;
Pero contento en su corazón de que los suyos se alegren
Al verle llegar y escuchar su voz.
Solo un padre con una prole de cuatro,
Uno entre diez millones de hombres o más
Avanzando penosamente en la lucha diaria,
Soportando los latigazos y las burlas de la vida,
Sin un gemido de dolor ni de odio,
Por el bien de los que esperan en casa.
Solo un padre, ni rico ni orgulloso,
Uno más entre la multitud,
Trabajando, esforzándose día a día,
Enfrentándose a lo que venga,
Silencioso cuando los inclementes lo condenan,
Y soportándolo todo por amor a los suyos.
Solo un padre, pero lo da todo
Para allanar el camino a sus hijos pequeños,
Haciendo con coraje severo y sombrío
Las hazañas que por él su padre hizo.
Esta es la línea que para él escribo:
Solo un padre, pero el mejor de los hombres.
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