En los ecos del órgano o en el rumor del viento

«En la pradera». Obra de Karl Fredrik Nordström (1855-1923).

 


EN LOS ECOS DEL ÓRGANO O EN EL RUMOR DEL VIENTO 

Por Rosalía de Castro (1837-1885) 


I

En los ecos del órgano o en el rumor del viento, 

en el fulgor de un astro o en la gota de lluvia, 

te adivinaba en todo y en todo te buscaba, 

sin encontrarte nunca. 

Quizás después te ha hallado, te ha hallado y te ha perdido 

otra vez, de la vida en la batalla ruda, 

ya que sigue buscándote y te adivina en todo, 

sin encontrarte nunca. 

Pero sabe que existes y no eres vano sueño, 

hermosura sin nombre, pero perfecta y única; 

por eso vive triste, porque te busca siempre 

sin encontrarte nunca.  


II 

Yo no sé lo que busco eternamente 

en la tierra, en el aire y en el cielo; 

yo no sé lo que busco, pero es algo 

que perdí no sé cuándo y que no encuentro, 

aun cuando sueñe que invisible habita 

en todo cuanto toco y cuanto veo. 

Felicidad, no he volver a hallarte 

en la tierra, en el aire ni en el cielo, 

¡aun cuando sé que existes 

y no eres vano sueño!


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