La noche estrellada

«Noche estrellada». Obra de Jean-François Millet (1814-1875).



LA NOCHE ESTRELLADA


Por Gerald Manley Hopkins (1844-1889)


¡Mira las estrellas! ¡Eleva tu mirada hacia los cielos!

¡Contempla toda la ardiente multitud en los aires asentada!

¡Oh villas refulgentes, redondas ciudadelas!

De oscuros bosques en la más honda umbría, veneros de diamantes, ¡los ojos de los elfos!

¡Y aquellas grises praderas, frías, donde el oro, el oro vivo yace!

¡Argénteo serbal que se cimbrea al viento! ¡Aéreos álamos en llamas encendidos!

¡Copos de palomas, flotantes, huidas al susto del corral en desbandada!

¡Ah, pero este cielo se compra, todo él es premio!


¡Compradlo, pues! ¡Pujad! ¿Con qué?: oración, paciencia, limosnas, votos

¡Mira, mira: una invasión de mayo del huerto en la enramada!

¡Fíjate! ¡Un florecer de marzo en los sauzales con polvo de oro tapizados!

Estos son en verdad los graneros, más allá de los umbrales, las gavillas.

El relumbrante recinto al esposo oculta tras sus vallas;

Es la morada de Cristo, de Cristo, de su madre y de sus santos. 


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